Breivik reconoce los "hechos", pero no su culpabilidad: "Actué en defensa propia"

Anders Behring Breivik, el acusado de los atentados de Oslo y Utøya, llora en un momento de su juicio.
Anders Behring Breivik, el acusado de los atentados de Oslo y Utøya, llora en un momento de su juicio.
VG
Anders Behring Breivik, el acusado de los atentados de Oslo y Utøya, llora en un momento de su juicio.

El juicio contra el ultraderechista Anders Behring Breivik, autor de los atentados del pasado 22 de julio en Noruega, ha comenzado este lunes en Oslo. Anders Behring Breivik, tras escuchar los cargos contra él, ha reconocido "los hechos que se le imputaban", pero no ha admitido su culpabilidad, porque actuó "en defensa propia".

Según informan Dennis Ravndal y Marianne Vikas, redactores del diario noruego VG desde Oslo, el acusado entró esposado en la sala 250 del Palacio de Justicia donde se enjuicia el caso. Una vez liberado de los grilletes el acusado realizó un saludo fascista.

El proceso comenzó cuando el acusado ha afirmado que no está sin trabajo —"escribe en la cárcel"— y que no reconoce "la autoridad del tribunal", porque "ha recibido su mandato de partidos políticos que apoyan la multiculturalidad".

Breivik dijo que la juez principal, Wenche Elizabeth Arntzen, no está habilitada para juzgarlo, porque "es conocido que es amiga" de Hanne Harlem, hermana de la ex primera ministra laborista Gro Harlem Brundtland, uno de los objetivos del ultraderechista, aunque no presentó queja formal contra la magistrada.

Tras estas declaraciones, el tribunal ha pasado a la lectura de las 18 páginas del documento de acusación. El acusado —al que los corresponsales noruegos describen como "tranquilo"— escuchó los crímenes que se le imputan sin demostrar emoción alguna en una sala llena de víctimas y familiares. Algunos de ellos lloraron al escuchar la descripción de los hechos.

La acusación ha detallado la lista de víctimas de Breivik en la isla de Utøya —69 fallecidos y 33 heridos— , donde el acusado disparó contra los chicos y chicas que se encontraban en unas jornadas de las juventudes socialdemócratas del Partido Laborista. Muchos de ellos, según el relato acusatorio, presentaban múltiples heridas en la cabeza y en la espalda.

Un redactor británico de la BBC comentó en Twitter que a "Breivik le llevó hora y cuarto matar y herir a todas sus víctimas, casi el mismo tiempo que ha tardado el fiscal en detallarlas" ante el tribunal.

Tras la lectura, Breivik se ha declarado "no culpable", como se esperaba", aunque ha reconocido los hechos: "Actué en defensa propia", aseguró. El fiscal del caso Svein Holden ha sido el que ha iniciado el alegato principal de la acusación.

El detallado argumentario del fiscal ha comenzado describiendo la vida de Breivik antes de sus ataques. Creó la imagen de una persona sin éxito social y que gastaba mucho tiempo al juego de Internet World of Warcraft, mientras vivía con su madre. Al referirse al videojuego, el acusado ha sonreído. La acusación también detalló su supuesta integración con los Caballeros Templarios y como adquirió las armas y explosivos que utilizaría en la matanza.

Sobre los Caballeros Templarios, una supuesta organización de extrema derecha y ultracristiana, de la que Breivik se ha definido como comandante en varias ocasiones, el fiscal ha asegurado que en su opinión, "no existe". Esto refuerza la creencia de que actuó en solitario y que no pertenece a ninguna red terrorista europea.

El fiscal ha emitido un vídeo de propaganda que colgó Breivik en YouTube. Viendo las imágenes, al acusado le han saltado las lágrimas.

De la sonrisa al llanto

El psiquiatra Henning Værøy, que analizó el comportamiento de Breivik para VG, ha asegurado que el comportamiento del acusado ha sido ligeramente diferente a otras de sus comparecencias. "Entró a la sala sonriendo, pero cuando empezó la lectura de los cargos su expresión facial cambió", afirmaba Værøy, "no miraba a su alrededor como en otras ocasiones".

Las reacciones de Breivik han cambiado con la explicación detallada de su vida y cómo preparó los atentados; según este psiquiatra, "ahora tiene el papel protagonista que quería". Breivik "ha perdido el control" al ver su vídeo de propaganda; son "lágrimas narcisistas, provocadas por su propia excelencia".

Tras una pausa para la comida, Breivik, que había dejado la sala entre lágrimas, ha regresado con una sonrisa. En esta parte del juicio se le ha mostrado un vídeo del lugar en donde tuvo lugar la explosión de Oslo, y según los periodistas del diario VG, presentes en la sala, ha permanecido impasible, "sin reflejar algún tipo de emoción en su rostro", relatan.

Un largo juicio

La atención de este proceso por el mayor atentado de la historia de Noruega ha despertado el interés internacional, más de 200 medios noruegos e internacionales han acudido a cubrir el proceso.

El proceso deberá determinar si el ultraderechista noruego de 33 años es un enfermo mental y por tanto no penalmente responsable, en cuyo caso sería ingresado en un psiquiátrico; o si era consciente de sus actos, con lo que se arriesgaría a recibir la pena máxima de 21 años de prisión, prorrogables de forma indefinida. Breivik declará durante cuatro días más. El proceso se espera que dure al menos diez semanas.

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